Noches
frías
enigmáticas
tormentosas
e inconfesables
que danzan
al son de los dardos
errando
el tiro al blanco.
El tiempo
inconsciente
en pasado
perdido
al límite
de la cordura
y la insensatez
que acoge
en su regazo
el vigor
de un cuerpo
masoquista
que demanda
el sabor
a hiel.