Indago en los recuerdos
en las teclas olvidadas
en el ocre de las postales
y en las tres rosas marchitas
de los aniversarios primeros.
Un sorbo amargo y sempiterno
con aroma a resina y flor de maga
a trasto viejo, al moho de la agripnia
a la porosidad como efigie
de pasión, locura y amor eterno.
Una flor de cactus
con espinas del tiempo
a cambio de 50 rosas
perpetra el lugar perfecto,
me canta el alba
que la noche duerme
y sin tu boca despierto.
® Lҽɳι @Vıɖąʂųƈɛʂıơŋ
10.10.2022
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