Onírico


Era un 
frío invierno,
los capilares contraídos
y el cuerpo resquebrajado
como lajas de boulevard,
de un matiz violeta
se pintaban mis labios,
aquella noche soñaba
sin saber, cómo
ni dónde soñar.

En el silencio onírico
te visualicé
¡Quizás! Me imaginaban tus sueños;
besé tus cálidas mejillas
y en tu boca
se despertó la picardía
¿Qué soñarías?
Tan placentero y divino
que el fogaje
calentaba mi cuerpo.

De tu piel
se escapaba la apetencia
tentando el deseo
de cubrirte con mi pecho
de hacer realidad tus sueños
y en ellos, sentirme plena;
no tardó el rocío
en lubricar mi carne
y hospedar en la almohada
las fantasías
de un buen amante.

® Lҽɳι @Vıɖąʂųƈɛʂıơŋ
10.09.2022

Soñar Contigo - Zenet
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